miércoles, 9 de diciembre de 2009

Mensaje

Hola...
Espero que hoy haya sido un lindo día para ti. Debe estar haciendo mucho calor en esa ciudad, o por lo menos así está en la que invento todos los días para pensar en tí. El sol brilla mucho y no puedo dejar de imaginarlo en tus ojos...

Anoche soñé contigo. Lindo sueño. Llegabas a mi casa de sorpresa y no parabas de sonreir y era tan real y te abrazaba tanto...

Es verdad, los sueños reflejan los deseos.

domingo, 30 de agosto de 2009

Agosto casi en blanco

Pues sí gente, casi se me pasa todo el mes sin escribir una sola letra acá, aunque tenga la libretica de notas llena de mamarrachos ilegibles para el resto de la humanidad... la cosa es que esa libretica parace es un muro de lamentos de 'ese' tema y la verdad quiero darle un respiro.

Hoy estuve en la despedida de mi primita (20 años, pero siempre será mi primita) que estudia en París. Ya hace una semana se fue mi otro primo con la novia a estudiar en Europa... haciendo cuentas, de los primos de verdad solo quedamos mi hermano y yo. Es muy chistos, hace una par de meses yo tenía muchas ganas de irme del país, de dejar todos los recuerdos que me torturaban acá e irme de una vez por todas al exilio de la memoria.

Ahora que se fueron ellos no creo que sea tan así. Es decir, no es que no me quiera ir es solo que no creo que sea el momento porque creo que me quedé con la responsabilidad de cuidar a la gente de mi casa. No es que sean impedidos y necesiten que les hagan cosas. Lo que pasa es que siempre hemos sido la base de esa unidad familiar. Siempre los 'chiquitos' hemos motivado las reuniones y los que, sin querer queriendo, hacemos que la familia esté más unida.

lunes, 13 de julio de 2009

Seguimos...

Creo que la entrad anterior me quedó incompleta. Siento que no puedo más, que de verdad necesito decirle cosas... que de verdad me hace falta llamarlo cada rato... que de verdad me hace falta que las cosas sean como antes... como siempre. Me encanta verlo y quisiera quedarme con él horas enteras, simplemente viéndolo trabajar.

Hablamos por teléfono y me hizo muy feliz... hablamos y yo sentí que esos 40 minutos fueron suficientes para hacer el día de porquería más llevadero. Se me quedaron unas palabras grabadas esa noche que hablamos... esa noche en la que todos estaban borrrachos (menos nosotros dos), que todos nos miraban y sabían bien lo que pasaba y que él me dijo mientras me secaba las lágrimas: "esta vez no voy a dejarte ir"... siete palabras que recorren mi cabeza todo el tiempo. Siete palabras que parecen ser desayuno, almuerzo, comida, aire, agua... Se me convirtieron en todo y ahora me da miedo que me estén cegando.

jueves, 9 de julio de 2009

¿Y ahora?

Llevo casi ocho meses hablando del mismo tema (como lo dije en el post pasado sé que soy una fastidio por eso) pero esto parece una novela.

Ya este señor dejó a su noviecita. Y me llamó a contarme el sábado y claramente esta pendeja que acá escribe se ilusionó... como siempre: solita. Me ilusioné y pensé que de pronto las cosas se iban a arreglar y pues ya casi completamos una semana y nada. Lo único que hace es ser el mismo de siempre... es cariñoso y me llama más seguido, pero de resto nada. No dice nada... no me dice que hablemos de eso, no me dice que nos veamos fuera del trabajo... Ahora tengo la seguridad de que quiere estar solo... y me duele en el alma que prefiera estar solo que estar conmigo. Definitivamente nada me tiene contenta. Hace unos meses peleaba porque él me había dicho que quería estar solo y se cuadró con esta niñita y ahora peleo porque está solo y yo quisiera que estuviera conmigo... ja ja ja.

Creo que lo único que me muestra esta situación es que él no siente por mí nada diferente a un inmenso cariño. Punto. Nada más. Ya no hay nada más allá de eso... y yo debería empezar a pensar y a sentir lo mismo. Sé que eso de sentir no es algo que uno mismo se pueda imponer, pero antes de que todo este mierdero explotara yo me hice a la idea de que las cosas estaban eternamente terminadas y que todo lo que él me decía era solo nostalgia de las cosas que pasaron... de ese maravilloso tiempo juntos. Así que empiezo desde ceros... a creerme otra vez la idea de que me parece bien lo que pasa, a convencerme de nuevo de que las cosas ya no tienen sentido juntos y que solo puedo sentir por él un inmenso cariño y gratitud por hacerme tan, pero tan feliz.

miércoles, 17 de junio de 2009

¿Eterno retorno?

¿Cómo carajos haré para evitar este tema? Es decir... ya sé que soy repetitiva y que tanto yo como mis amigos estamos jartos del tema, pero de verdad no sé qué hacer. Es muy chistoso... paso miles de horas calmadas en las que este personaje ni se asoma por mi cabeza, ni me acuerdo de lo que duele acordarse que existe y de la tristeza que me produce saber (todavía) que las cosas se terminaron.

Este señor me tiene mal, logra desestabilizarme. Cuando estoy en esas horas tranquilas de las que hablé antes, es como si tuviera un sensor de 'buenos momentos' para llamarme, hablarme por Gtalk, o simplemente aparecerse al lado. Ahora bien... volvemos a lo mismo de siempre (por eso lo del eterno retorno...) para qué me habla... para qué me dice que me ama y me adora y que le hago falta y bal, bla, bla, y todas esas cosas que ya todos saben que me dice.

Para qué me sirve todo eso??? para qué?? si sigue con ella y yo sigo sola y queriéndolo como siempre???

Aghhhhhhh tengo mucha tristezaaaaaaaa!!!

sábado, 6 de junio de 2009

Juventud... divino tesoro

Hoy estoy 'de niñera'. Tengo una primita de 15 años que es una especie de espejo, o mejor de máquina del tiempo para mi. Es muy parecida a como era yo a esa edad. No sólo físicamente, también en su forma de ser. Y es chistoso ver cómo era yo hace casi 10 años... Me encanta oírla decir que tiene miedo a la entrega de notas en el colegio (que es el próximo fin de semana), me parece la locura que se ponga roja cuando le pregunto por el noviecito ese mechudo que tiene, me parece un 'hit' que pregunte (como si fuera una señora grande) ¿Cómo te va en el trabajo?

Yo sé que es normal que me de como nostalgia de esa época, es apenas normal que me den ganas de volverme igual de relajada que ella y pensar que me vale huevo todo... sería lo máximo lograr que por un ratico se me olvidara el trabajo, el jefe que no me quiere, el grandote y su nueva novia, mi hermano en la mierda, las deudas y sobre todo que me acordara lo fácil que resultaba en esa época gozarme cada segundito sin ponerle 'pero' a todo.

Pero desafortunadamente ese tiempo ya pasó... ya me toca jugar a ser grande y como ella mismo me dijo: "a mi me gusta pasar tiempo contigo porque tu eres una niña que hace cosas de grande" ja ja ja será posible?

Voy a aprovechar este fin de semana para hacer tareas de biología, álgebra y ética. Para llamar a colgar a la casa de algún incauto adolescente, para llegar a la casa antes de las 10 y sobre todo para desconectarme de esas cosas de grande que me aburren tanto a veces.

Imagen tomada de: http://www.flickr.com/photos/mcmorr/

lunes, 25 de mayo de 2009

Miedo

Esa terrible obstinación de sacarme las cosas de la cabeza a la fuerza. Ya sé que el tiempo no ha pasado en vano y que obviamente la sonrisa se me hace fácil después de tanto tiempo y que logro pasar mucho tiempo sin acordarme de eso, pero a veces insisto mucho.

A veces creo que ya estuvo bueno de pensar en 'eso' todo el tiempo y que ya es hora de volver a ser la chévere de antes...(muy modesta) y bueno ya lo logro de a poquitos.

No sé por qué hoy pensé mucho en mi abuelita. Esa señora que se sentaba en las tardes a arreglar frutas con un cuidado increíble y que me regalaba fresas a escondidas de mis otros primitos. Esa hermosa matrona que desde esa silla parecía gobernar el mundo. Me acordé de ella porque creo que verla morir fue uno de los golpes más duros que he sufrido. Su presencia era para mí algo que me daba seguridad, era tener la certeza de que la familia se mantenía unida entorno a ella, era saber que siempre había alguien que comandaba ese barco y que gracias a ella nunca nada malo nos iba a pasar.

Antes de irse me acuerdo que entré a verla, no podía hablar, pero le conté que me había ido bien en la universidad, que me iba a ir de viaje y le dije que tenía miedo de lo que le pudiera pasar. Ella solo me miró con esos ojos igualitos a los míos y me sonrió... ella estaba tan tranquila, no tenía miedo... creo que tenía claro que las cosas no iban a mejorar para ella y por eso ya no tenía miedo.

Ahora eso siento que me pasa a mí. Ya las cosas pasaron y yo ya no tengo miedo, ya siento que no puedo tener el corazón más remendado y que definitivamente ya no hay miedo de nada... ya creo que no puede pasar nada peor. Así que me encanta decirles que en este momento ya no solo mis ojos son iguales a los de mi abuela, también mi sonrisa.

sábado, 16 de mayo de 2009

Brujaaaaaa!!!

Eso es lo que soy, una bruja. Hace muuucho tiempo escribí esta historia en uno de esos momentosde inspiración loca que me dan. Me parecía bonita en ese momento y ahora me asusta porque resultó premonitoria. El final no lo he logrado jejejejeje, pero creo que va a ser así...

Con ustedes la adivinación hecha cuento:

Pasar de nuevo por ese sendero de recuerdos, era para mí, la cura a ese dolor constante que me causaba su ausencia. No era un tiempo suficiente para aceptar que no era para mí; que su olor me era esquivo aunque estaba guardado en mi memoria y que su brillante mirada es ahora solo un opaco recuerdo.

Hubo momentos felices. Tal vez más de los que puedo recordar, cada uno tan diferente a los demás… cada uno lleno de magia, de amor, de odio, de tantas cosas. Tantas promesas diluidas en palabras que ya no escucho porque simplemente no existieron. Parece que la cabeza se me va a explotar de tanto pensar. Ya lloro sin lágrimas y solo siento un constante nudo en la garganta y un quejido que se me atora en medio del pecho porque se tropieza con alguno de los besos que dejó en mis labios antes de irse.

El sol se oculta de nuevo y se acaba un día igual al anterior y peligrosamente parecido al que sigue. Quiero hablarle y decirle lo que pasa. Decirle que no hay un segundo en el que no me tropiece con una de las miles de cosas que dejó en mi casa. A veces una carcajada, otras una mirada, de vez en cuando una lágrima en alguna esquina; pero siempre miles de pedazos del alma que me entregaba cada día… tesoros que yo no supe cuidar y ahora parecen espíritus juguetones que disfrutan con mi angustia cada vez que los encuentro.

Pasan los días y yo sigo rogándole a un dios, en el que no creo, que él se acuerde de que yo estaré acá siempre, esperándolo con los ojos cerrados, siempre listos para un beso; y los brazos abiertos, listos para un abrazo. Nunca entendí por qué se fue. Yo creía ser perfecta para él porque me decía que lo era. Porque me miraba a los ojos sonriendo y me juraba que su mundo era mío y que solo junto a mi encontraba la paz que buscaba.

Ahora no sé dónde está su mundo. Solo voy por ahí tratando de encontrar su cara en la gente que va por las calles. Recorro los lugares en los que solíamos pasar el tiempo. Tomo su café favorito, almuerzo su plato favorito en busca de tener de nuevo el sabor de sus besos en mi boca. Todo es en vano. Miro el teléfono tratando de hacerlo timbrar para escuchar su voz al otro lado pidiendo perdón y rogando volverme a ver… palabras de arrepentimiento que supliquen una segunda oportunidad, un segundo encuentro. Otra vez pierdo el tiempo y las esperanzas se diluyen en el helado derretido que tengo en la mano.

Allí está, camina hacia mí sin darse cuenta. Tiro el cono al piso y corro a abrazarlo. Al sentirlo cerca todo se hace claro. Ya no huele a lo que mi nariz recordaba. Sus abrazos no me reconfortan y su voz es para mí extraña. Su rostro es el mismo de antes y me jura que su corazón también y que no ha pasado un segundo en el que deje de pensarme y que recorre caminos llenos de mis recuerdos buscándome y que ha sentido unas inmensas ganas de llamarme y pedirme que vuelva a su lado. Miles de explicaciones, de excusas aturden mi cabeza y yo no dejo de pensar que ya no es él. Ya no hay nada que buscar, ya hasta los recuerdos se esfumaron. No soporto sentirlo ajeno y me alejo.

Amanece de nuevo y de mi pasado ya todo queda en un fue.

lunes, 11 de mayo de 2009

Cumpleaños.... ¿feliz?

Ya casi cumplo años. Ya se acerca esa fecha que antes me encantaba y que ahora trato de sobrellevar con un poco de dignidad. Tengo ahora la duda enorme de si las cosas van a ser como las sueño cada noche. Si lo voy a ver llegar aunque sea con una moneda de chocolate a desearme un feliz día si me va a regalar uno de esos abrazos que tanta falta me hacen y que últimamente he necesitado tanto; no solo porque él no está sino porque a veces pareciera que las cosas conspiran en mi contra y la semana pasada (por ejemplo) fue una sola pelea contra el mundo.

Más de la mitad de las cosas 'malas' que hice nunca las hice con mala intención... lo que pasa es que yo soy así.... transparente.

De verdad fue una semana de mierda y creo que tiende a empeorar... solo tengo mil millones de esperanzas que ni siquiera me hacen feliz... solo me sirven para soñar bonito por las noches y tener fuerzas para enfrentar la mañana siguiente.

Odio extrañarlo y que él me diga que me extraña y que siga con ella... ¿Será que él medio se imagina cuánta falta me hace?

lunes, 13 de abril de 2009

Vuelve y juega

Por razones ajenas a mi voluntad tuve que abandonar el blog pasado. A veces creo que es mejor así... había mucha felicidad en algunos posts y ese sentimiento se ha esfumado y aunque en un comienzo lo reemplazó un dolor intenso y un vacío insoportable ahora la felicidad se ha vuelto tranquilidad. Perturbada a veces, pero tranquilidad al fin y al cabo.

No puedo negar que hay momentos en que la nostalgia parece una sombra que cubre todo lo que puedo ver y me recuerda que no he podido borrar del todo cada segundo que viví con él y la verdad creo que ni vale la pena luchar porque así sea. Esos recuerdos se metieron en la cajita de mis más preciados tesoros y logran crear un arco iris: cuando aparecen me deshago en lágrimas, pero siempre me sacan una reconfortante sonrisa que me recuerda que valió la pena haber estado ahí y haber hecho todo lo que hice aunque al final ese 'todo' no haya contado para reflexionar en el momento de la despedida.

Últimamente parece que el mundo anda loco. Él me dejó para estar con ella y está con ella. Al parecer ella lo quiere mucho, de hecho creo que lo quería desde antes y se propuso estar a su lado y lo logró. No para de repetir que lo ama y lo adora y no deja de poner fotos en el maldito Facebook en las que ella sonríe enamorada y él simplemente está ahí (eso, creo yo, es una apreciación muy subjetiva de mi parte porque puede que él también sea feliz).

El caso es que ya creo que van un mes juntos y lo sorpresivo del caso es que él me llama.
Y me dice que me extraña.
Y me dice que me quiere.
Y me reclama porque yo no lo volví a llamar.
Y me hace show porque dicen que ando con alguien.
Y me pide que le diga algo.
Y me dice que ya no me importa lo que él me dice.
Y me reclama porque, según él, 'lo estoy superando'.


Y yo quisiera decirle que también lo extraño... y que lo adoro... y que no lo volví a llamar porque no quiero joderle la vida... y que no ando con nadie... y que lo que le quiero decir es que odio saber que está con ella, que me cambió, que la llevó a la fiesta, que los amigos de él la adoran, que la detesto porque me quitó a quien yo amaba y que yo sabía desde hacía un buen tiempo que las cosas iban a terminar por ella... y quiero gritarle en la cara que, contrario a lo que parece yo NO LO HE SUPERADO!!!

Ojalá él tuviera razón... ojalá que pudiera arrancarmelo para siempre, que se me olvidaran casi tres años desde que lo conocí, que se me borrara para siempre la semana santa y el San Pedro en Ibagué. Que ese maldito apartamento 502 desapareciera de ese edificio de Chapinero, que el 1969 de la Javeriana se volviera un Pizza Hut o una ferretería, que 'Gossip Girl' nunca hubiera existido... Que él se desapareciera en una estación de TransMilenio y nunca, nuca jamás pudiera volver a saber de él.

Pero eso no pasa... porque cada día lo veo en el trabajo, porque no me puedo olvidar de que adora la Chicago Style de 1969, que le encanta la tocineta, que no le gustan los dulces, que odia Gilmore Girls... No me puedo olvidar de que se me metió en el alma y que, por lo visto, no tiene planes de salir de ahí.

Y no me puedo olvidar de que ahora está con ella y que me causó mucho dolor... y no me debo olvidar de que lloré mucho y perdí muchas cosas cuando él decidió que todo se había acabado y que no puedo dejar que las cosas vuelvan a ser como antes... como si nada.