lunes, 13 de abril de 2009

Vuelve y juega

Por razones ajenas a mi voluntad tuve que abandonar el blog pasado. A veces creo que es mejor así... había mucha felicidad en algunos posts y ese sentimiento se ha esfumado y aunque en un comienzo lo reemplazó un dolor intenso y un vacío insoportable ahora la felicidad se ha vuelto tranquilidad. Perturbada a veces, pero tranquilidad al fin y al cabo.

No puedo negar que hay momentos en que la nostalgia parece una sombra que cubre todo lo que puedo ver y me recuerda que no he podido borrar del todo cada segundo que viví con él y la verdad creo que ni vale la pena luchar porque así sea. Esos recuerdos se metieron en la cajita de mis más preciados tesoros y logran crear un arco iris: cuando aparecen me deshago en lágrimas, pero siempre me sacan una reconfortante sonrisa que me recuerda que valió la pena haber estado ahí y haber hecho todo lo que hice aunque al final ese 'todo' no haya contado para reflexionar en el momento de la despedida.

Últimamente parece que el mundo anda loco. Él me dejó para estar con ella y está con ella. Al parecer ella lo quiere mucho, de hecho creo que lo quería desde antes y se propuso estar a su lado y lo logró. No para de repetir que lo ama y lo adora y no deja de poner fotos en el maldito Facebook en las que ella sonríe enamorada y él simplemente está ahí (eso, creo yo, es una apreciación muy subjetiva de mi parte porque puede que él también sea feliz).

El caso es que ya creo que van un mes juntos y lo sorpresivo del caso es que él me llama.
Y me dice que me extraña.
Y me dice que me quiere.
Y me reclama porque yo no lo volví a llamar.
Y me hace show porque dicen que ando con alguien.
Y me pide que le diga algo.
Y me dice que ya no me importa lo que él me dice.
Y me reclama porque, según él, 'lo estoy superando'.


Y yo quisiera decirle que también lo extraño... y que lo adoro... y que no lo volví a llamar porque no quiero joderle la vida... y que no ando con nadie... y que lo que le quiero decir es que odio saber que está con ella, que me cambió, que la llevó a la fiesta, que los amigos de él la adoran, que la detesto porque me quitó a quien yo amaba y que yo sabía desde hacía un buen tiempo que las cosas iban a terminar por ella... y quiero gritarle en la cara que, contrario a lo que parece yo NO LO HE SUPERADO!!!

Ojalá él tuviera razón... ojalá que pudiera arrancarmelo para siempre, que se me olvidaran casi tres años desde que lo conocí, que se me borrara para siempre la semana santa y el San Pedro en Ibagué. Que ese maldito apartamento 502 desapareciera de ese edificio de Chapinero, que el 1969 de la Javeriana se volviera un Pizza Hut o una ferretería, que 'Gossip Girl' nunca hubiera existido... Que él se desapareciera en una estación de TransMilenio y nunca, nuca jamás pudiera volver a saber de él.

Pero eso no pasa... porque cada día lo veo en el trabajo, porque no me puedo olvidar de que adora la Chicago Style de 1969, que le encanta la tocineta, que no le gustan los dulces, que odia Gilmore Girls... No me puedo olvidar de que se me metió en el alma y que, por lo visto, no tiene planes de salir de ahí.

Y no me puedo olvidar de que ahora está con ella y que me causó mucho dolor... y no me debo olvidar de que lloré mucho y perdí muchas cosas cuando él decidió que todo se había acabado y que no puedo dejar que las cosas vuelvan a ser como antes... como si nada.